HECHO PÚBLICO/ Por José A. Miranda
SECCIÓN: QUOD SCRIPSI, SCRIPSI
Quod scripsi, scripsi (en latín "Lo que he escrito, he escrito") es una frase en latín. Fue el más famoso el uso de Poncio Pilato en la Biblia en respuesta a los sacerdotes judíos que se opusieron a sus escritos en la señal (título) que se colgó sobre Jesús en su crucifixión. Se encuentra principalmente en la Biblia de la Vulgata latina. [1]
el descendiente de uno de los fundadores del Comité Pro- Territorio da la cara en ello.
El Norte y el Sur en mancomunidad política para velar por los intereses del Estado.
Una gran desilusión, coraje y estupor, ha causado en el ánimo de diversos sectores quintanarroenses, la aprobación por parte del Congreso del Estado de la iniciativa que nulifica los cinco años de residencia como requisito esencial para ocupar el cargo de Fiscal del Estado. No es fortuito el rechazo del cabildo del municipio de Benito Juárez a este documento jurídico; es una nota distintiva de madurez política y el asimilamiento de gran parte de su población del espíritu quintanarroense que se manifestó rotundo y sin ambages demagógicos. El poderoso norte toca la campana de la inconformidad y con eso allana el camino pedregoso que lo separaba del sur en la identificación de las causas más sensibles que involucran a nuestra entidad. La mancomunidad política se vislumbra como una posibilidad real cuando esté de por medio cualquier iniciativa que pretenda atentar contra el derecho histórico de los quintanarroenses para seguir labrando su propio camino sin intromisiones ajenas al estado. El mosaico heterogéneo compuesto por la diversidad cultural de la población quintanarroense comienza a identificarse esta vez en una causa política jurídica lo que no había sucedido en otras ocasiones. Ojala se repita en la defensa de nuestra integridad territorial acechada por el bucanerismo político que hace caso omiso de las líneas de la historia y lo que señala la Constitución General de la República. Se sigue ensanchando el despertar cívico político y un manifiesto interés de participación plural de una sociedad cada vez más abierta y participativa dispuesta a hacerse escuchar cuando así convenga a los intereses superiores del estado. Las posiciones tibias o frágiles que se han observado en este episodio singular, fueron propias de conductas desconocedoras de nuestro brioso pasado y con ansias personales de permanecer en las primeras líneas del quehacer político lo que es legítimo sino se atropella la suprema responsabilidad con que fueron investidos por el mandato popular. Pero en un régimen democrático cada quien está en uso de su libertad pero es la sociedad la que califica el producto de nuestras acciones con fría objetividad Y en esta tesitura, el congreso social ha manifestado su rechazo a una iniciativa que no corresponde a nuestra nueva realidad. Si se hubiera placeado el documento de marras mediante una consulta popular, los diputados se hubieran percatado del rechazo de la ciudadanía a un documento jurídico que nos podría remitir a un pretérito superado, cuando los cargos públicos importantes eran ocupados por fuereños extraños y despóticos desconocedores de nuestra historia y costumbres y ajenos a nuestro proceso idiosincrásico. Ejemplar actitud la de la diputada Leslie Hendriks que estuvo a la altura de las circunstancias. Si hiciéramos un comparativo histórico, observaríamos que la entidad quintanarroense ha sido gobernada por un número mayor de gentes venidas de otras latitudes que por alguna de las gentes que representan el mosaico heterogéneo establecido, tomando en cuenta su vida institucional desde que se erigió como territorio federal en el año de 1902. Ahora que se conquistó el autogobierno no podemos ser un pueblo erguido pero con la cabeza para abajo y eso lo sabe muy bien los miles de quintanarroense que delinean nuestro rostro plural. Chetumal, la capital del estado, asiento de gran parte de nuestras luchas históricas se manifestó a través del cabildo othonense, con una votación copiosa, en contra de la iniciativa escuchando muy bien y con serena imparcialidad el sentir de las mayorías. Magnifico discurso el pronunciado por el C. Lic. Hernán Pastrana Pastrana, presidente municipal del municipio de Othón P. Blanco. La pinza norte sur se ha cerrado, simbólicamente, y es una muestra clara de coincidencia cívica política en el ejercicio pleno de la democracia lo que delata a una mayoría sin fronteras unida en un propósito común: velar por el bienestar general del estado y sus intereses fundamentales. Así como el gobernador Carlos Joaquín ha garantizado su abierto respeto a la libre manifestación de las ideas sin cortapisa alguna, así fluye el espíritu democrático en el estado sin diques que lo contengan en un escenario inédito de opinión y participación ciudadana.
Una gran desilusión, coraje y estupor, ha causado en el ánimo de diversos sectores quintanarroenses, la aprobación por parte del Congreso del Estado de la iniciativa que nulifica los cinco años de residencia como requisito esencial para ocupar el cargo de Fiscal del Estado. No es fortuito el rechazo del cabildo del municipio de Benito Juárez a este documento jurídico; es una nota distintiva de madurez política y el asimilamiento de gran parte de su población del espíritu quintanarroense que se manifestó rotundo y sin ambages demagógicos. El poderoso norte toca la campana de la inconformidad y con eso allana el camino pedregoso que lo separaba del sur en la identificación de las causas más sensibles que involucran a nuestra entidad. La mancomunidad política se vislumbra como una posibilidad real cuando esté de por medio cualquier iniciativa que pretenda atentar contra el derecho histórico de los quintanarroenses para seguir labrando su propio camino sin intromisiones ajenas al estado. El mosaico heterogéneo compuesto por la diversidad cultural de la población quintanarroense comienza a identificarse esta vez en una causa política jurídica lo que no había sucedido en otras ocasiones. Ojala se repita en la defensa de nuestra integridad territorial acechada por el bucanerismo político que hace caso omiso de las líneas de la historia y lo que señala la Constitución General de la República. Se sigue ensanchando el despertar cívico político y un manifiesto interés de participación plural de una sociedad cada vez más abierta y participativa dispuesta a hacerse escuchar cuando así convenga a los intereses superiores del estado. Las posiciones tibias o frágiles que se han observado en este episodio singular, fueron propias de conductas desconocedoras de nuestro brioso pasado y con ansias personales de permanecer en las primeras líneas del quehacer político lo que es legítimo sino se atropella la suprema responsabilidad con que fueron investidos por el mandato popular. Pero en un régimen democrático cada quien está en uso de su libertad pero es la sociedad la que califica el producto de nuestras acciones con fría objetividad Y en esta tesitura, el congreso social ha manifestado su rechazo a una iniciativa que no corresponde a nuestra nueva realidad. Si se hubiera placeado el documento de marras mediante una consulta popular, los diputados se hubieran percatado del rechazo de la ciudadanía a un documento jurídico que nos podría remitir a un pretérito superado, cuando los cargos públicos importantes eran ocupados por fuereños extraños y despóticos desconocedores de nuestra historia y costumbres y ajenos a nuestro proceso idiosincrásico. Ejemplar actitud la de la diputada Leslie Hendriks que estuvo a la altura de las circunstancias. Si hiciéramos un comparativo histórico, observaríamos que la entidad quintanarroense ha sido gobernada por un número mayor de gentes venidas de otras latitudes que por alguna de las gentes que representan el mosaico heterogéneo establecido, tomando en cuenta su vida institucional desde que se erigió como territorio federal en el año de 1902. Ahora que se conquistó el autogobierno no podemos ser un pueblo erguido pero con la cabeza para abajo y eso lo sabe muy bien los miles de quintanarroense que delinean nuestro rostro plural. Chetumal, la capital del estado, asiento de gran parte de nuestras luchas históricas se manifestó a través del cabildo othonense, con una votación copiosa, en contra de la iniciativa escuchando muy bien y con serena imparcialidad el sentir de las mayorías. Magnifico discurso el pronunciado por el C. Lic. Hernán Pastrana Pastrana, presidente municipal del municipio de Othón P. Blanco. La pinza norte sur se ha cerrado, simbólicamente, y es una muestra clara de coincidencia cívica política en el ejercicio pleno de la democracia lo que delata a una mayoría sin fronteras unida en un propósito común: velar por el bienestar general del estado y sus intereses fundamentales. Así como el gobernador Carlos Joaquín ha garantizado su abierto respeto a la libre manifestación de las ideas sin cortapisa alguna, así fluye el espíritu democrático en el estado sin diques que lo contengan en un escenario inédito de opinión y participación ciudadana.
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