HECHO PÚBLICO/ por José A. Miranda
MERECIDO
RECONOCIMIENTO AL POETA CHETUMALEÑO JUAN DOMINGO ARGUËLLES
Distinguen al
poeta de la nostalgia Juan Domingo Argüelles
AUTOR: VIRGINIA BAUTISTA
CIUDAD DE MÉXICO.
Escritor, pero antes que nada lector
voraz; poeta, pero también estudioso del libro y la lectura; ensayista, y
además divulgador de la poesía a través de antologías, editor e investigador de
la lexicografía. Juan Domingo Argüelles se ha consolidado, a sus 60 años, como
un riguroso explorador de las vocaciones que le han apasionado, motivo por el
que recibirá este mes dos homenajes.
El autor de unos 15 poemarios, e
igual número de ensayos sobre el hábito de la lectura, inspira la placa que el
gobierno de Quintana Roo, su estado natal, develará mañana, a las 17:00 horas,
en la Casa de la Cultura que posee en la Ciudad de México; y, el sábado 24 de
agosto, recibirá el Reconocimiento Universitario de Fomento a la Lectura, en la
edición 32 de la Feria Universitaria del Libro de la Universidad Autónoma del
Estado de Hidalgo.
Es grato que te reconozcan. Pero siento que los
homenajes revelan que ya abrí la puerta de la vejez, que uno se está como
despidiendo. La verdad, reflejan el tiempo que le he dedicado a esto. La
literatura, tanto en el aspecto del ensayo como en la poesía, me ha acompañado
siempre”, afirma en entrevista con Excélsior.
El egresado de Lengua y
Literatura Hispánicas de la UNAM, quien publicó en 1982 su primer
poemario, Yo no creo en la muerte, confiesa que “con la poesía
nunca tengo prisa, la voy escribiendo y, cuando surge la posibilidad de
publicarla, la entrego. Son libros que me gustan mucho, pero es un género que
no se vende, es el menos comercial”.
Aclara que sigue escribiendo poesía.
“Pero hay una vertiente que me ha atraído especialmente, a la que he dedicado
muchos años: la de la promoción, el fomento y la difusión de la lectura. Estoy
muy metido en este trabajo de investigación”.
El autor de ¿Qué leen los que
no leen? (2003), su primer título sobre el tema, afirma que, en el
fondo, “todos los escritores somos esencialmente lectores. No puede haber un
escritor que no sea lector. Y todos, de alguna manera, nos iniciamos como
lectores; y, a partir de ser esto, nos dieron ganas de escribir”.
Agrega que la lectura es una
compañera. “Quien se volvió lector, nunca dejará de serlo; es decir, podrán
pasar los años y morirá como lector. Esto es extraordinario porque, más allá de
que las personas tengan una vocación ajena a la literatura, leer abre puertas”.
El autor de Si quieres... lee advierte
que la lectura no hace mejor a las personas. “Intelectualmente te enriquece
mucho, pero moralmente no te vuelve bueno automáticamente. No crea mejores
ciudadanos. Pero sí te hace diferente y más consciente de ti mismo”.
Quien llegó a la Ciudad de México a
los 14 años de edad, dejando atrás Chetumal, su “paraíso perdido”, convirtió a
la nostalgia en inspiración poética.
Mi poesía se fue hacia el recordatorio de ese
mundo, que no era más que el de mi infancia. He escrito sobre otros temas,
además de la heredad, que es mi tierra natal, pero siempre está presente mi
lugar de origen: un pueblo grande junto al mar, con una bahía que sigue
nombrándome a donde vaya, y el mundo selvático”.
El autor de Como el mar que
regresa y Todas las aguas del relámpago también
extraña a la Ciudad de México “vivible y maravillosa” en la
que decidió instalarse, “una urbe que hemos perdido por la violencia, la
inseguridad, la polarización”.
Adelanta que en octubre próximo
publicará, en el sello Cal y Arena, La prodigiosa vida del libro en
papel.
La idea es mostrar que, más allá de las
predicciones apocalípticas de que el libro en papel se acabaría, que todo sería
electrónico, éste sigue teniendo una gran vitalidad.
Planteo además que aún es tiempo de formar
bibliotecas personales, algo que ha ido desapareciendo. Al tener cien autores
indispensables en papel, puedes pasarte toda la vida leyéndolos”, indica.
Y añade que, en 2020, Océano sacará a
la luz La antología mínima de la poesía mexicana, que cierra
la serie integrada por La antología general de la poesía mexicana y La
antología esencial.
Argüelles, quien publicó su poemario
más reciente en 2016, El último strike, destaca que, poco a poco,
está confeccionando un nuevo libro de versos.
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