HECHO
PÚBLICO/ por José A. Miranda
ROBERTO BORGE
ESTE VIERNES FUE LLEVADO A UNA CÁRCEL DEL ESTADO DE MORELOS CON CÓMODAS
INSTALACIONES, COMPARTIRÁ ESTANCIA CON EL TAMBIÉN EXGOBERNADOR MARIO VILLANUEVA
MADRID Y OTROS POLÍTICOS PERSEGUIDOS POR DISTINTAS CAUSAS PENALES
Jorge Castro Noriega agregó 2 fotos nuevas.
3 h ·
#EnCorto:
ANSIOSO Y DEPRIMIDO, BETO VA A CÓMODO PENAL
Vinculado, luego de maratónica audiencia de 14 horas, a proceso penal
por desfalco y “lavado” de 900 millones de pesos que le imputa la PGR, Roberto
Borge Angulo quedó también sujeto hoy a prisión preventiva.
Continuará su proceso en prisión, pero no como cualquier delincuente común y corriente, sino como lo hacen, o lo pueden hacer, los políticos poderosos y acumuladores de inmensas fortunas mal habidas: en una prisión de relajadas medidas (no las de seguridad) y cómodas instalaciones con todos los servicios disponibles.
La defensa del ex gobernador de Quintana Roo pudo finalmente convencer al juez que Borge padece de una “profunda ansiedad y depresión”, así como de problemas renales, por lo que recomendó -y lo consiguió- que lo mandaran al Centro Federal de Rehabilitación Psicosocial de Morelos.
Más que una cárcel, el Ceferepsi es un hospital diseñado para recibir a criminales con desórdenes mentales, pero que en los últimos años se ha convertido en una estancia de la élite política delincuencial cuyos miembros han podido demostrar que por diversos padecimientos psicológicos o médicos necesitan purgar sus condenas en ese lugar y no en una cárcel mundana.
Beto Borge compartirá aquí instalaciones de primer nivel y personalizada atención de médicos, enfermeras y psicoterapeutas, con otro ex mandatario quintanarroense: Mario Villanueva Madrid, al igual que con Guillermo Padrés Dagnino, hijo del ex gobernador de Sonora del mismo nombre.
Es posible, también, que pronto lo acompañe aquí otro de los voraces cachorros del “nuevo PRI” que presumiera el presidente Peña Nieto: Javier Duarte de Ochoa, que al igual que Borge saqueó hasta el cansancio su estado, Veracruz, con una auténtica pandilla de ladrones investidos como funcionarios públicos durante un sexenio. Tal para cual. El roto para el descosido.
El Ceferepsi de Morelos, a donde Borge sería trasladado a las 9 de la mañana de este viernes, está compuesto de siete módulos, un edificio de ingreso, áreas para visita familiar, escuela, zonas deportivas y recreativas, así como talleres y locutorios.
Ofrece a sus ‘huéspedes’ servicios médicos y de hospitalización de tercer nivel (o sea, de primera), área de rehabilitación, edificio de gobierno y las instalaciones electromecánicas, hidráulicas y térmicas necesarias para proporcionar todos los servicios generales sin fallas ni interrupciones.
La seguridad es alta y similar a la de cualquier otro penal federal del país, por lo que resulta impensable que, al igual que en Panamá, Borge pudiera pretender fugarse. Y si sus familiares, amigos o hasta cómplices quieren visitarlo, tendrán que someterse a rigurosas reglas de revisión y control antes de poder accesar.
Este penal-hospital cuenta con sofisticados sistemas y equipos electromecánicos y electrónicos, como circuito cerrado de televisión en todas sus áreas, radiocomunicación, control de accesos, alarmas, detectores de metal, drogas y explosivos, telefonía, voz y datos, por lo que al menos vigilado, el ex gobernador de Quintana Roo sí estará.
De esta manera, en condiciones muy diferentes a las que viven hoy en día miles de presos en las sobrepobladas y temibles cárceles del estado, Borge afrontará su proceso penal hasta que le dicten sentencia o, como existe la probabilidad, consiga su libertad.
Privilegios que el dinero permite o puede lograr.
Continuará su proceso en prisión, pero no como cualquier delincuente común y corriente, sino como lo hacen, o lo pueden hacer, los políticos poderosos y acumuladores de inmensas fortunas mal habidas: en una prisión de relajadas medidas (no las de seguridad) y cómodas instalaciones con todos los servicios disponibles.
La defensa del ex gobernador de Quintana Roo pudo finalmente convencer al juez que Borge padece de una “profunda ansiedad y depresión”, así como de problemas renales, por lo que recomendó -y lo consiguió- que lo mandaran al Centro Federal de Rehabilitación Psicosocial de Morelos.
Más que una cárcel, el Ceferepsi es un hospital diseñado para recibir a criminales con desórdenes mentales, pero que en los últimos años se ha convertido en una estancia de la élite política delincuencial cuyos miembros han podido demostrar que por diversos padecimientos psicológicos o médicos necesitan purgar sus condenas en ese lugar y no en una cárcel mundana.
Beto Borge compartirá aquí instalaciones de primer nivel y personalizada atención de médicos, enfermeras y psicoterapeutas, con otro ex mandatario quintanarroense: Mario Villanueva Madrid, al igual que con Guillermo Padrés Dagnino, hijo del ex gobernador de Sonora del mismo nombre.
Es posible, también, que pronto lo acompañe aquí otro de los voraces cachorros del “nuevo PRI” que presumiera el presidente Peña Nieto: Javier Duarte de Ochoa, que al igual que Borge saqueó hasta el cansancio su estado, Veracruz, con una auténtica pandilla de ladrones investidos como funcionarios públicos durante un sexenio. Tal para cual. El roto para el descosido.
El Ceferepsi de Morelos, a donde Borge sería trasladado a las 9 de la mañana de este viernes, está compuesto de siete módulos, un edificio de ingreso, áreas para visita familiar, escuela, zonas deportivas y recreativas, así como talleres y locutorios.
Ofrece a sus ‘huéspedes’ servicios médicos y de hospitalización de tercer nivel (o sea, de primera), área de rehabilitación, edificio de gobierno y las instalaciones electromecánicas, hidráulicas y térmicas necesarias para proporcionar todos los servicios generales sin fallas ni interrupciones.
La seguridad es alta y similar a la de cualquier otro penal federal del país, por lo que resulta impensable que, al igual que en Panamá, Borge pudiera pretender fugarse. Y si sus familiares, amigos o hasta cómplices quieren visitarlo, tendrán que someterse a rigurosas reglas de revisión y control antes de poder accesar.
Este penal-hospital cuenta con sofisticados sistemas y equipos electromecánicos y electrónicos, como circuito cerrado de televisión en todas sus áreas, radiocomunicación, control de accesos, alarmas, detectores de metal, drogas y explosivos, telefonía, voz y datos, por lo que al menos vigilado, el ex gobernador de Quintana Roo sí estará.
De esta manera, en condiciones muy diferentes a las que viven hoy en día miles de presos en las sobrepobladas y temibles cárceles del estado, Borge afrontará su proceso penal hasta que le dicten sentencia o, como existe la probabilidad, consiga su libertad.
Privilegios que el dinero permite o puede lograr.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario