HECHO PÚBLICO/ Por José A.Miranda
UNA PAREJA DE POLIS MUNICIPALES SE PASAN DE LA RAYA DETENIENDO A JOVEN
PAREJA, GOLPEAN AL MASCULINO DETENIDO ANTE EL JUEZ Y A SU PAREJA LA ESPOSAN A
LA FUERZA DAÑÁNDOLE LA MUÑECA, SÓLO POR TRATAR DE GRABAR EVIDENCIAS DE UNA
DETENCIÓN POR FALTA DE UN CASCO PARA CONDUCIR MOTOCICLETA EN LA CIUDAD DE
CHETUMAL
La multa por no querer borrar las evidencias de maltrato policiaco.
Chetumal, 12 de julio.- A sus
19 años Alexa Pacheco Crespo, y a su pareja Mauricio Pineda Reyes, de 26, egresado
de la UQROO como abogado, nunca les pasó por la mente el infierno, vejación y
maltrato que habían de sufrir ayer a las 4 de la tarde del 11 de julio, cuando tranquilamente
circulaban por la avenida Maxuxac, a unas cuadras de su domicilio en la colonia
Payo Obispo, y fueron interceptados por una patrulla municipal, con placas
TR-6551A, 5, conducida por un policía acompañado por su pareja, una mujer como
de 40 años. Mauricio no llevaba casco
para conducir la motocicleta Itálika con la que se
dirigían a su casa, sólo ella. Y lo que
es frecuente que suceda. Les suplicó que lo disculparan, pues estaba a dos
esquinas de su casa, y sólo su pareja portaba el casco reglamentario. Los policías
procedieron a arrinconarlos
De inmediato los orillaron a la
banqueta, y después de indicarles la falta de su a la pared en plena calle, y
justo en este momento Alexa sacó su celular para grabar los hechos, hecho que
enfureció a la mujer policía que intentó arrebartarle el Iphon, ante la petición
que ella le hacía repetidamente de que le mostrara el reglamento policiaco en cual
queda prohibido utilizar el celular para guardar evidencias de lo sucedido. Y eso,
lo pidió de forma muy atenta. “Señora”, le dijo, muéstreme en donde está
estipulado eso como un delito. “Señorita”, aunque se tarde, le contestó la
mujer policía, echando espuma por la boca por el enojo. Quería el Iphon? No sabemos. Yo le hablé a mi papá.
De Inmediato los subieron
esposados con violencia a la batea de la patrulla y los tuvieron allí sentados
en el piso, hasta que llegó otra patrulla de la cual descendió otro elemento de
la policía que se llevó la motocicleta.
“Yo nunca había tenido en
Chetumal este tipo de problemas. Desconozco el sitio a donde nos llevaron, pero
era un pasillo, había unas rejas de fierro, y de allí salió uno persona que se
dijo doctor, que nos certificó, nos tomaron fotos, expresó con desesperación
Alexa. No ví mucho movimiento”.
Añadió. Nos subieron de nuevo a
la patrulla y nos llevaron a los separos de la policía municipal por el rumbo
de Calderitas. Cundo llegué ví al juez, mi papá tenía mi bulto, y me quitaron
las esposas que me lastimaron las manos. Nos dimos cuenta de que el juez borró
el video que yo había grabado, que era lo que más les preocupaba. Iban a
encerrar. Tuve que pagar 4, 929 pesos de multa, “ por oponer resistencia a un
mando legítimo de los agentes”, pero a mi pareja Mauricio , lo detuvieron, y
allí sigue todavía – hasta el momento de redactar esta noticia- y le dijeron
que saldrá libre hoy a las 4 de la tarde si paga una multa de 1 mil pesos. Al
final, todo esto, además, parece una violencia de género, ñpor parte de la
mujer policía, y una exhibición de impunidad por parte de las fuerzas que deben
de ocuparse del orden público. La joven agredida expresó que acudirá con su familia
a interponer su denuncia ante las Comisión de Derechos Humanos, ante el Congreso
del Estado y la Comisión de Justicia por este atropello a sus garantías
individuales. Mi papá, mi hermana, y yo vimos cuando un policía municipal golpeó
por tres ocasiones a mi pareja, con el palma de la mano, horizontalmente y luego
con el puño en el pecho. Gobierno del Cambió. Mando Único? La inseguridad
persiste en Quintana Roo. Eso es indudable. Y el alcalde capitalino. Bueno. Recibiendo
dinero por parte de sus policías. Muy sencillo. Y con eso de que ante los diputados
ya ningún funcionario público se presenta a rendir cuenta de sus atribuciones. ¿Qué
cabe esperar de bueno para la ciudadanía?
Pero hay más dienro de por medio. El pago de la multa para sacar del corralón a
la motcicleta. Todo un negocio público, pues.
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